La eutanasia animal

La eutanasia animal

Todos los seres tienen un ciclo vital, finalizado el cual hay que decir adios. Eso afecta tanto a humanos como animales. Todo aquel que tenga una mascota,  sea como un animal de compañía,  sea como un amigo o como un miembro de la familia, debe tener esto muy claro.

Entre los felinos y los caninos, hay razas más lóngevas que otras. Entre los perros, suele suceder que las razas más pequeñas vivan bastante más años que las grandes. También los gatos viven más que los perros. Pero existen los imponderables, esas circunstancias fortuitas que acortan la vida de nuestros animalitos amigos, separándonos mucho antes de lo que pensábamos. Cuando esto ocurre, por lo general nos agarra de sorpresa.

Sin embargo, cuando el deceso ocurre por sí mismo no nos afecta en la misma medida que cuando tenemos que… decidirlo nosotros.  Porque practicar la eutanasia levanta tanto revuelo en la opinión pública como en el ámbito de amantes y defensores de los animales.

Verse sometido a tener que tomar la decisión de poner fin a la vida de alguno de nuestros animales amigos es un trago muy pero que muy amargo,  que puede marcarnos por muchos años. En poco lo suaviza la seguridad de que hacerlo significa poner fin a una situación de grave sufrimiento para el animal, ante alguna enfermedad o accidente que no tiene cura veterinaria ni solución alternativa alguna. Yo lo sé muy bien.